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Desde primera hora de la mañana, Delia empieza su ritual diario: partir la pata de cerdo asada en lonchas generosas, justo como a todos nos gusta entre el pan. Sin apenas descanso, está tras la barra hasta las tres de la tarde, de lunes a viernes, preparando una media de 5 o 7 patas al día.
Este histórico local no es nuevo en la ciudad: hace más de 50 años lo regentaba el padre de Delia, y ella tomó el relevo para ayudar a su madre, cambiando su vida de gestoría por un oficio que le pide la vida misma.
Su sonrisa y atención marcan la diferencia. En tiempos en los que proliferan los locales de desayunos, cruzar la puerta del Bar Correos es un viaje al pasado: un sabor auténtico, genuino, que el paladar celebra y agradece.
La pata, siempre protagonista
En un expositor bien visible en la barra, una hermosa pata de cerdo hace de anfitriona del local. Si preguntas por el secreto, Delia lo comparte sin reservas: “Lo que hay que cuidar de la pata es el tiempo que se le da, y justo antes de servirla le damos un último toque”. Ese toque final convierte la corteza en una capa extra crujiente que acompaña cada bocadillo.
Bocatas generosos y personalizados
Ya sea en tamaño pulga o común, Delia monta cada bocata con precisión y gusto del cliente, con opción de añadir alioli y queso. Todo ello sin perder ni un segundo su sonrisa y saludando por nombre a la mayoría de clientes, que entran sin parar y siempre repiten.
Para llevar o disfrutar en el local
Si quieres llevarte la pata a casa, puedes encargarla entera o al corte con un par de días de antelación. Jugosa, crujiente y deliciosa, será un éxito seguro. Pero la verdadera experiencia es sentarse en Triana y disfrutar del bocadillo de pata del Bar Correos: un clásico que no puede faltar en ninguna guía gastronómica de la ciudad.
📍 Bar Correos – Calle Primero de Mayo 64, Las Palmas de Gran Canaria
👩🍳 Delia y su sobrina Joana te esperan
📞 +34 928 759 785
¡Prepárate para morder la jugosidad que hace historia! 🥪✨